jueves, 14 de mayo de 2015

- - Reflexionando.

Hoy quiero compartirles algo que me pasó en esta semana y me hizo reflexionar.

Me acababa de subir al carro cuando empecé a percibir que un extraño y feo olor se introducía. 
Este provenía de un señor que se acercó a pedir dinero, el tenía su barba larga y canosa, su ropa muy sucia y venía acompañado por dos perritos; bajé el vidrio para darle dinero y me dijo: "a mi me da mucha vergûenza pedir señorita, vengo desde Veracruz, me asaltaron y no tengo zapatos, va a llover y me he estado quedando a dormir en el monte, no tengo para comer".

En ese momento recordé que a unas cuantas cuadras de donde estaba hay un asilo de ancianitos donde reciben precisamente a ese tipo de personas sin ningún costo. Mientras le daba dinero le contesté: "mire, aquí cerca hay un lugar donde lo pueden hospedar y dar de comer el tiempo que usted quiera." Le comencé a señalar hacia a donde estaba el asilo y este hombre solo me seguía diciendo la condición en la que estaba y yo le seguía respondiendo lo mismo, que fuera a ese lugar para que lo ayudaran.

Que señor tan terco!!!! por mas que le indiqué lo que tenía que hacer para estar mejor no quiso!

Esto me hace pensar que así como este señor, hay muchas personas que se encuentran en situaciones similares espiritualmente y vienen "buscando ayuda" pero al mismo tiempo no dejan que la bendición de Dios les llegue totalmente.

Seamos personas que nos dejamos limpiar, sanar y bendecir por el Señor, no importando lo que se tenga que dejar atrás.
Sus caminos siempre nos llevarán al lugar correcto.